miércoles, 3 de agosto de 2011

Preparación Física


Escribe: Natalia Díaz

Integrante del Seleccionado Nacional de Levantamiento Olímpico, Prof. Educación Física, Preparadora Física, Personal Trainer.






Está claro que para cualquier deporte la preparación física es esencial para el rendimiento en dicha actividad. A la hora de planificar, debemos tener en cuenta cada periodo en que se encuentra el atleta o equipo. Es decir, periodo de base (o también llamado pretemporada) pre competitivo y competitivo. Pudiéndose hacer más divisiones según el criterio del preparador físico y/o entrenador.

Según el deporte, se debe poner  énfasis a tal o cual capacidad condicional. Las capacidades condicionales son: fuerza, velocidad,  resistencia, flexibilidad. Esta es una de las tantas clasificaciones que algunos autores realizan. Y existen las llamadas capacidades coordinativas. También existen diferentes opiniones, pero en definitiva éstas se refieren a: Simples, Complejas y aprendizaje Motor.

Algunos ejemplos para trabajarlas:
        -Manipulación con pelotas
        -Ejercicios de carácter gimnásticos
        -Motricidad de las técnicas de deportes de combate
        -Entrenamiento y técnicas del atletismo

Y de acá se analizan:

        -Equilibrio
        -Habilidad de la mano
        -Agilidad del tipo locomotor
        -Movimientos balísticos.

Todas estas capacidades llevan su tiempo determinado de entrenamiento para desarrollarlas lo mejor posible.

Algo igualmente importante, además de poder rendir al máximo en un partido de rugby, es tratar de recuperarse lo más rápido posible, ante un desplazamiento explosivo hacia el line, un contra ataque, o una defensa adecuada a un contra ataque, tackles, formaciones y demás situaciones de juego.

Teniendo una adecuada preparación, además de esto último, también tendremos entrenado el sistema nervioso central. ¿A que me refiero?
Ni más ni menos que a la coordinación. Ya sea para efectuar pases eficientes, patadas, reacciones y decisiones espontáneas para lograr tries, correr, saltar, bloquear, interceptar y etc.
             
Para tener una respetable condición física, para rendir, no alcanza entrenar dos días. Hay que tener en cuenta que una atleta entrena de 9 a 12 sesiones semanales en periodo de base, de 9 a 6 sesiones en pre competitivo, y 6 a 4 sesiones en competitivo (sin contar el día de la competencia).

Se comprende perfectamente que se debería ser jugadora profesional para llevar a cabo esto. Pero la media de las jugadoras solo entrena 2 o 3 veces a la semana, siendo totalmente insuficiente. Seria mejor, complementarse al menos 1 a 2 días más, además del partido del fin de semana. Es decir, entrenar mínimo, 4 a 5 sesiones semanales y el partido.

Una cosa, nos lleva a otra. Mayor capacidad física, más rápida será la recuperación de la jugadora posterior al partido. Pero no solo eso, sino que además, se alejará al fantasma de las lesiones, ya sean distensiones, desgarros, contracturas.  Esto se debe a que además de tener un metabolismo adaptado a aguantarse mejor el partido, y  de acelerar los procesos de recuperación, tendrán una estructura más fuerte a nivel ligamentoso, tendinoso y por supuesto, muscular.

Se debe tener muy en cuenta para todo esto que la talla sea la adecuada al peso. Se necesita una buena estructura pero no a cualquier precio. Muchas veces las lesiones son consecuencia del sobrepeso.

La alimentación e hidratación un pilar importantísimo. Y según la exigencia, la suplementación adecuada de multivitamínicos y recuperadores musculares como los aminoácidos.

Y  por ultimo, el descanso. (Teniendo en cuenta que durante el sueño, funcionan hormonas nocturnas que se activan y son las encargadas en regenerar el cuerpo en varios niveles).


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